Es día 10 de Septiembre y no es un día cualquiera...es el primer día de clase después de un largo verano que a la vez se hace corto.
Me despierto a las 9 de la mañana para que me dé tiempo a ducharme y a desayunar con calma. Yo como soy veterana en el colegio no estaba tan nerviosa como la gente que entraría nueva, que me pongo en su lugar y me moriría de miedo pero sobre todo de vergüenza. Algo de miedo he de reconocer que si tenía ya que era una sección nueva, y unos profesores nuevos.
Cuando nos tocó entrar en el teatro, como todos los años, el día de la presentación estaban los profesores en el escenario.
Begoña dijo que sería la tutora de primero A, que era la tutoría que a mi me había tocado, estaba ansiosa por saber quienes serían durante un año mis compañeros de clase y de convivencia.
Llegó la hora de subir por primera vez a bachillerato. Al principio me impactó que segundo estuviese en la tercera planta y primero en la segunda, ya que solía ser al revés.
Entro por el pasillo y a mano derecha estaba mi clase, veo a los compañeros que están cogiendo sitio, algunos por delante, y otros en la parte de atrás. Yo me siento más o menos en el medio.
Me impresionó que hubiese muchísima cantidad de gente nueva, por lo menos diez personas eran de otro colegio, pero me gustó, porque a mi siempre me ha gustado conocer gente nueva, aunque me cueste integrarme al principio.
Entra nuestra tutora, que nunca antes había coincidido con ella anteriormente, pero me cayó bastante bien, también nos comentó que sería nuestra profesora de matemáticas y que no habría tutoría como en las secciones anteriores, me fastidió ya que a mi esa asignatura me gustaba mucho, aunque la gente se piense que es porque no se hace nada se equivocan. Es porque pienso que es una asignatura para formar la clase, y debatir problemas que haya, tanto buenos como malos.
Por último nos dió unas autorizaciones para salir a la calle en el recreo, que cuanto antes lo entregases antes podías salir, así que al día siguiente la traje.
Pienso que va a ser un año duro pero a la vez bonito
Read More...
Me despierto a las 9 de la mañana para que me dé tiempo a ducharme y a desayunar con calma. Yo como soy veterana en el colegio no estaba tan nerviosa como la gente que entraría nueva, que me pongo en su lugar y me moriría de miedo pero sobre todo de vergüenza. Algo de miedo he de reconocer que si tenía ya que era una sección nueva, y unos profesores nuevos.
Cuando nos tocó entrar en el teatro, como todos los años, el día de la presentación estaban los profesores en el escenario.
Begoña dijo que sería la tutora de primero A, que era la tutoría que a mi me había tocado, estaba ansiosa por saber quienes serían durante un año mis compañeros de clase y de convivencia.
Llegó la hora de subir por primera vez a bachillerato. Al principio me impactó que segundo estuviese en la tercera planta y primero en la segunda, ya que solía ser al revés.
Entro por el pasillo y a mano derecha estaba mi clase, veo a los compañeros que están cogiendo sitio, algunos por delante, y otros en la parte de atrás. Yo me siento más o menos en el medio.
Me impresionó que hubiese muchísima cantidad de gente nueva, por lo menos diez personas eran de otro colegio, pero me gustó, porque a mi siempre me ha gustado conocer gente nueva, aunque me cueste integrarme al principio.
Entra nuestra tutora, que nunca antes había coincidido con ella anteriormente, pero me cayó bastante bien, también nos comentó que sería nuestra profesora de matemáticas y que no habría tutoría como en las secciones anteriores, me fastidió ya que a mi esa asignatura me gustaba mucho, aunque la gente se piense que es porque no se hace nada se equivocan. Es porque pienso que es una asignatura para formar la clase, y debatir problemas que haya, tanto buenos como malos.
Por último nos dió unas autorizaciones para salir a la calle en el recreo, que cuanto antes lo entregases antes podías salir, así que al día siguiente la traje.
Pienso que va a ser un año duro pero a la vez bonito
Adriana Cabello Cuadrado 1ºA Nº5